Si queremos eliminar todo aquello que no se ajuste a los parámetros sociales actuales, no quedará títere con cabeza.
Las deudas multimillonarias de los costarricenses son solo una parte del alto costo que ha significado el uso masivo de tarjetas de crédito como medio de pago.
Poner una denuncia ante la Defensoría del Consumidor en Costa Rica es un tan engorroso que hasta un manual requiere.
Para elegir con verdadera libertad el individuo debe de contar con un entorno que propicie las decisiones informadas. De lo contrario, esa libertad, es solo un espejismo.